A diferencia de la Vega Baja del Segura, las ciudades de Villena y Sax nunca formaron parte del Reino de Valencia. Tras la Sentencia de Torrellas de 1304, ambas poblaciones permanecieron en el Reino de Murcia, como parte del Marquesado de Villena. De la importancia histórica de este territorio son buena prueba las Juntas de la Tierra constituidas para la representación y defensa de los intereses de los pueblos del Marquesado, pues suponen el primer precedente de asamblea parlamentaria en nuestra tierra.

Posteriormente, Villena permaneció en el Reino de Murcia como cabeza de un importante partido, del que dependían, entre otras, las ciudades de Sax, Yecla, Caudete y Almansa. Incluso la división provincial de 1833, tan perjudicial para la cohesión de nuestra tierra, mantuvo estas localidades a la región murciana, mediante la adscripción de Villena a la provincia de Albacete (partido de Almansa) y de Sax a la provincia de Murcia (partido de Yecla), no siendo hasta tres años después, en 1836, cuando por diversos motivos se decide incorporar ambos municipios a la provincia de Alicante, en la región valenciana.

Si indudable es la tradición histórica murciana de este territorio, murciana es también su lengua y su cultura, como evidencian el “Estudio del habla de Villena y su comarca”, de Máximo Torreblanca Espinosa, o el “Diccionario villenero” de José María Soler, entre otras obras.