DIVISIÓN DEL AÑO 197 a.C.
Durante esta primera etapa, el territorio
murciano estuvo incluido en su totalidad dentro la denominada
Hispania Citerior o “de acá” (frente a la Ulterior o “de más
allá”), que comprendía, además de toda la vertiente mediterránea,
las altiplanicies centrales castellanas y la zona cantábrica. La
capital fue Tarraco (Tarragona), pero Carthago Nova (Cartagena) era
una de las ciudades más importantes.
DIVISIÓN DE AUGUSTO (siglo I d.C.)
Al conquistar totalmente Hispania, se llevó a cabo
una nueva división, ahora en tres provincias: Tarraconense (de la
que se segregaría Gallaecia en el año 216), Bética y Lusitania. Las
tierras murcianas formaron, junto con otras andaluzas, manchegas y levantinas,
el Convento Jurídico Carthaginense, englobado dentro de la provincia Tarraconense.
DIVISIÓN DE DIOCLECIANO (284 d.C.)
La porción meridional de la costa levantina se
desliga de la Tarraconense para constituir una nueva provincia,
denominada Carthaginense y capitalizada por la ciudad de
Carthago Nova (Cartagena). Así pues, el país murciano pasó a formar
parte del territorio cartaginense, junto con otras tierras
valencianas (actuales provincias de Alicante y Valencia), andaluzas
(actual provincia de Almería y la mitad
oriental de las actuales Jaén y Granada) y castellanas (cursos
altos de los ríos Duero, Tajo y Guadiana).
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